martes, 22 de noviembre de 2016

Sistemas intensivos de cría ovina

Si nos referimos a los sistemas de producción de cría ovina a pequeña escala en Patagonia, hay que ubicarse geográficamente por lo general en los valles irrigados, en explotaciones ganaderas o mixtas de pequeños y medianos productores familiares.
Como ventajas de la cría ovina intensiva se puede hacer mención a la relativamente baja inversión (en comparación con otras actividades) para comenzar con este tipo de producción, permite diversificar la producción de los establecimientos, facilita tener un mayor control de los animales, preponderando el bienestar animal, detectando trastornos sanitarios y/o nutricionales rápidamente.
Esta actividad tiene como producto principal la producción de corderos y como objetivo producir la mayor cantidad de kilos de carne posible por unidad de superficie. Para que estos sistemas cumplan con los fines mencionados, se debe buscar siempre la eficiencia productiva. 
Es importante tener pasturas implantadas de buena calidad y cubrir los requerimientos nutricionales de la oveja en determinados periodos críticos con concentrados energéticos. En lo posible, la selección de razas proliferas para este tipo de sistemas intensivos es un punto a considerar, buscar precocidad sexual, partos múltiples, buena aptitud materna y ciclos biológicos cortos.
En estos sistemas productivos pastoriles, el manejo nutricional es primordial para minimizar los costos de alimentación, los alimentos concentrados deben ser parte de la dieta en forma estratégica. Suplementar en pre-servicio, en la última etapa de la gestación y al principio de la lactancia demuestra positivos y significativos cambios en los índices reproductivos y productivos de las majadas, así también como suplementar para disminuir las pérdidas de peso invernal.
Por último, la posibilidad de tener un trato más individual con las ovejas, como se mencionó antes, nos permite la detección temprana de problemas sanitarios o nutricionales, menor cantidad de muertes perinatales y un mayor control de predadores.   


miércoles, 2 de noviembre de 2016

Calidad de los forrajes conservados

En las distintas producciones ganaderas, los forrajes conservados son de gran importancia para la planificación nutricional de estas explotaciones. Se utilizan en condiciones climáticas desfavorables (sequías, anegamientos, etc.) o pueden ser parte de dietas en sistemas intensivos de producción de carne. Si consideramos que la calidad del heno confeccionado nunca será mayor a la del material que le dio origen, es necesario realizar el proceso de henificación a partir de una pastura de calidad.
Algunas pautas a tener en cuenta en la henificación:
Luego de determinar la proporción de cada especie en la pastura, para lograr un heno de alta calidad de materia seca se debe privilegiar el momento de corte de la especie predominante en dicha pastura. El stand general de plantas va a condicionar la productividad (kg MS/ha) de la pastura, la densidad de las mismas tiene que ser óptima para favorecer el proceso de henificación. 
El control de malezas en el lote de la pastura es primordial para lograr heno de buena calidad, además la existencia de malezas condiciona la permanencia de la pastura por la competencia por nutrientes, agua y luz. El control de plagas y enfermedades también debe ser prioritario, si no es tenido en cuenta se ve comprometida la proporción de hojas de las plantas, la mayor concentración de nutrientes se encuentra en las hojas.
El estadio fenológico de la pastura al momento del corte va a condicionar la calidad del heno, si se quiere tener una buena digestibilidad y concentración de proteínas se debe efectuar el corte anticipado a la floración, si se quiere lograr cantidad de forraje el corte de la pastura se ejecuta en estadios fenológicos más avanzados.
Por último, hay pérdidas de calidad del forraje henificado que son derivadas de la maquinaria utilizada en el proceso de confección de los rollos o fardos. Pérdidas de hoja por el tipo de corte y/o el momento de corte de la pastura son frecuentes. El proceso de acondicionado del forraje, el rastrillado, el enrollado o enfardado y el almacenaje también deben ser tenidos en cuenta si queremos calidad de forraje.

Si se quiere realizar una evaluación organoléptica del heno se pueden tener en cuenta características como el estado de madurez del forraje confeccionado, visualizar o no la presencia de hojas y botones florales nos puede dar un parámetro de la calidad del rollo. Asimismo la presencia de malezas, piedras y tierra pueden ser perjudiciales para la ingesta animal. Un buen heno no debe tener mal olor (producto de fermentaciones indeseables) ni desarrollo fúngico visible, tampoco un color que no sea un verde brillante. Procesos de enfardado con alta humedad y temperaturas de almacenaje inadecuadas son causantes de estas características.      


lunes, 17 de octubre de 2016

Algunas gramíneas forrajeras implantadas en Patagonia

Festuca arundinacea (Festuca alta): se caracteriza, en comparación con otras especies, por su gran desarrollo radicular, cualidad morfológica a la que también se le atribuye su aptitud para recuperar la estructura de los suelos. Además tolera suelos mal drenados, que se inundan periódicamente, suelos ácidos o con problemas de sales o ligera alcalinidad. Es una especie plástica en textura de suelos, desde francos a muy arcillosos. Aunque los meristemas de los macollos están ubicados en la base de los mismos, se recomienda utilizarla dejando remanentes (5-10 cm) como en la mayor parte de las gramíneas cespitosas.
Puede ocasionar eventualmente trastornos en los animales que la pastorean cuando está infectada con el endófito Neotyphodium coenophialum, éste le confiere ventajas a la planta pero induce a la síntesis de alcaloides.
Lolium perenne (Ryegrass perenne): es una especie exigente en suelos, es muy sensible a los déficits hídricos estivales, presenta un sistema radicular muy superficial. Tiene un alto crecimiento inicial y presenta una elevada tasa de aparición de hojas. Además de pastoreos frecuentes también tolera pastoreos intensos (remanentes 5-7 cm), presenta una forma de crecimiento “tipo césped”.
Dactylis glomerata (Pasto ovillo): es una especie que tolera el sombreado pero es exigente en suelos, no tolerando inundaciones o mal drenaje durante períodos prolongados, sales o alcalinidad. Se debe utilizar dejando remanentes, porque las reservas carbonadas se ubican en las vainas foliares, además de estar en las bases de macollos y raíces. Es una especie que presenta enfermedades de hoja.
Bromus catharticus (Cebadilla criolla): aunque esta especie es predominantemente anual, se la asocia con especies perennes donde persiste por su alta capacidad de resiembra (presenta dos floraciones y puede panojar aún al ras del suelo). Debe ser utilizada con pastoreos poco intensos (meristemas algo elevados aún al estado vegetativo) y poco frecuentes. Incluso avanzado su estado reproductivo, es una especie que, en comparación con otras, no es rechazada por los animales.
Agropyron elongatum (Agropiro alargado): soporta inundaciones periódicas, con mal drenaje, salinos o alcalinos. Además es muy tolerante a sequias y plástico en cuanto a textura de suelos. Es una especie de lento crecimiento inicial pero largamente perenne una vez implantada. Debe utilizarse con pastoreos poco intensos y poco frecuentes. Es la especie que más tardíamente florece, perdiendo drásticamente la digestibilidad una vez emergidas las inflorescencias.
Los macollos reproductivos permanecen de una temporada a otra por lo que es necesario eliminarlos con desmalezadora hacia fin del verano para permitir un rebrote otoñal libre de material viejo.   


sábado, 1 de octubre de 2016

Engorde a corral de corderos

Esta actividad ganadera ovina intensiva se acostumbra implementar luego del destete, cuando esta categoría animal no tiene el adecuado peso de faena. El cordero es la categoría ovina de mayor aceptación entre los consumidores en el mercado, por poseer mejores características de la canal y calidad de la carne. El confinamiento de corderos se torna una alternativa muy viable en estos últimos años en Patagonia por la situación climática de reiteradas sequias.
En general una ración para un feedlot de corderos tiene tres componentes principales: energía, proteína y fibra. Las opciones energéticas más utilizadas son los granos de maíz o de cebada. En cuanto a la fuente proteica es necesario mencionar que los requerimientos para esta categoría son del orden del 14% al 16% de proteína bruta, esta demanda disminuye con el aumento del peso vivo. Se acostumbra utilizar heno de alfalfa de buena calidad, pellet o expeller de soja y girasol.
También una buena opción es utilizar los alimentos balanceados comerciales, que cubren todas estas demandas nutricionales. Para mantener la actividad ruminal se recomienda un mínimo de fibra del 10%. Por último en la ración es importante añadir un complejo vitamínico. Hay que prestarle atención a la calidad de los alimentos suministrados, esta varía mucho y esto influye sobre los resultados que se pueden obtener. A considerar, es primordial el libre acceso a agua limpia en forma permanente.

Composición nutricional típica de alimentos balanceados para corderos:
Componente
Contenido
Proteína Bruta (PB, mín.)
16%
Fibra Bruta (FB, máx.)
8%
Calcio (Ca)
1,08%
Fósforo (P) total
0,55%
Humedad (máx.)
13%
Energía Metabolizable (EM, mín)
2900 Kcal EM/Kg de MS

La eficiencia de conversión alimenticia (cantidad de alimento consumido necesario para incrementar un kilo de peso vivo) es muy variable (de 4:1 a 7:1 en corderos) y depende de varios factores como condiciones ambientales, raza, biotipo, edad y estado nutricional al inicio del engorde. Es trascendente considerar un adecuado periodo de acostumbramiento a la ración diaria, comenzar con una cantidad aproximada de 200 g/cordero/día y luego aumentarla gradualmente.
Además de todos estos aspectos alimenticios y de manejo animal, en la rentabilidad de este tipo de producción van a influir los costos sanitarios, la mano de obra, el tipo de instalaciones y la compra o no de los animales a engordar.     

Engorde a corral de corderos en el VIRCh

jueves, 22 de septiembre de 2016

La carne ovina patagónica

Si pensamos una reflexión general y positiva, hay que decir que el mundo incrementa su demanda de alimentos en forma constante por el crecimiento poblacional, y esto hay que verlo como una excelente oportunidad para la comercialización de productos cárnicos ovinos de origen patagónico. Siendo más objetivos debemos ver que la ganadería ovina en Patagonia actualmente no goza de buena salud, un ejemplo claro es la marcada reducción del stock ovino en los últimos años, la provincia de Chubut en el año 1986 contaba aproximadamente con 7 millones de cabezas ovinas, hoy 2016 cuenta con aproximadamente 3 millones de cabezas ovinas. 
Las causas de ésta problemática son varias, pero se debe mirar hacia un futuro con muchas tecnologías disponibles (suplementación, evaluación de pastizales, diagnostico de preñez por ecografía, determinación de condición corporal, inseminación artificial, sincronización de celos, control de predadores, revisación clínica de carneros, pariciones controladas, esquila preparto, manejo holístico, mejoramiento genético, etc.) para afrontar éstas adversidades que se encuentran en los sistemas ganaderos patagónicos.
La región patagónica posee el 67% de las existencias ovinas del país, históricamente en Patagonia se vio a la producción de carne ovina como un complemento de la producción de lana, hoy es necesario pensar en aumentar la producción de carne en los establecimientos ganaderos y así mejorar la rentabilidad económica. Es verdad que en la mayoría de las zonas de la región se utiliza un biotipo animal claramente lanero, pero ya es primordial pensar en animales con una conformación mas carnicera sin dejar de lado la producción de lana fina que tanto caracteriza al ovino patagónico.
Como pautas en las que se puede mejorar el desarrollo de la comercialización de la carne ovina se puede mencionar: incrementar los porcentajes de señalada, el aprovechamiento del estatus sanitario que posee la Patagonia, la denominación de origen “cordero patagónico”, la certificación orgánica; hay que trabajar en estrategias de agregado de valor, de diferenciación de productos y marketing.  


Ovejas dohne merino

martes, 13 de septiembre de 2016

Razas ovinas utilizadas en Patagonia

Merino australiano: es la raza con mayor presencia en esta región, en su mayoría se encuentra en las provincias de Río Negro, Chubut y Norte de Santa Cruz. Es la raza por excelencia productora de lanas finas de gran calidad y valor comercial, lanas de finuras entre 16 y 25 micrones y su largo de mecha varía entre los 6 y 12 centímetros. Se adapta muy bien a zonas áridas y frías como ésta, es una raza mala productora de leche, en consecuencia no es buena madre si se la compara con otras razas ovinas. Surgió por el cruzamiento de las siguientes líneas de sangre: 25% Merino español, 40% Merino norteamericano, 30% Merino alemán y 5% Merino Francés.
Merino multipropósito: es un biotipo de Merino desarrollado en Australia, surge de buscar una alternativa de doble propósito para generar una mejor rentabilidad de la actividad ovina, se logró alta producción de carne y lana fina de calidad. Es un animal libre de arrugas y de una conformación bien carnicera, crecimiento temprano y musculosidad. Se halla en Neuquén, Río Negro, Chubut y Norte de Santa Cruz.
Dohne Merino: es una raza doble propósito desarrollada en Sudáfrica, usando ovejas Merino Peppin y carneros Merino alemán de carne. Produce lana fina de calidad, tiene una excelente fertilidad, buena habilidad materna y una alta tasa de crecimiento en los corderos, es un productor de carne muy eficiente. Es una raza nueva en la región patagónica, fue introducida al país en el año 2005 por el INTA Chubut.
Corriedale: su origen es Nueva Zelanda, es una raza carnicera, posee gran rusticidad, la finura de su lana varía entre 25 y 30 micrones y su largo de mecha varía entre los 12 y 15 centímetros. Se origina de la cruza de madres Merino y padres Lincoln. Se distribuye en las provincias de Santa Cruz y Tierra del Fuego.
Hampshire Down: su origen es inglés, en Patagonia se puede encontrar “caras negras” en los valles irrigados, produce animales de gran precocidad y capacidad de engorde. Es un biotipo bien carnicero, tiene un alto rendimiento de la res y produce lanas gruesas, su finura varía entre los 27 y 33 micrones.         

            Hampshire Down en el VIRCh, foto Bod Iwan
                     


Merino australiano en el sur de Chubut  

domingo, 14 de agosto de 2016

La importancia de la condición corporal en el manejo ovino

La determinación de la condición corporal es una técnica de fácil aplicación en el manejo de las majadas, que puede ocasionar grandes beneficios productivos posteriores. La evaluación de la condición corporal determina el estado nutricional en el que se encuentran los animales, esto es una ventaja a la hora del manejo pre-servicio o en la etapa de gestación de los vientres, ya que permite que el productor tome decisiones de manejo diferencial para mejorar el estado corporal de sus ovinos si es necesario.
En Patagonia, con la condición de años sucesivos de sequía que se vienen teniendo, la determinación de la condición corporal de las majadas toma aún mayor importancia. Esta práctica va a influir en la supervivencia de los animales y en los índices reproductivos y productivos. El porcentaje de preñez de las ovejas va a depender de la CC que tengan al momento del servicio, así también las ovejas con mayor CC van a parir corderos con mayor peso al nacer y por ende estos corderos van a tener mayor probabilidad de sobrevivir. Es necesario seleccionar las ovejas y borregas de inferior CC (grado 1 y 2) para darles tratamiento preferencial en cuanto a la alimentación, asignarles en el campo los cuadros con mayor cantidad y calidad de forraje o tomar la decisión de realizar una suplementación estratégica.
La medición de la condición corporal se realiza ubicándose detrás del animal y palpando la región lumbar a la altura de los riñones. Se determina con el tacto la agudeza y grado de cobertura de grasa de las apófisis transversas de estas vértebras, como la profundidad de los músculos del lomo y la cobertura de grasa de los mismos.               


viernes, 22 de julio de 2016

Diseño de instalaciones en feedlots

El esquema previo de la infraestructura a implementar en un feedlot debe ser de gran importancia para que luego en plena producción no se presenten contratiempos que puedan influir negativamente en esta actividad ganadera. No solo es necesario tener en cuenta aspectos del diseño para facilitar el manejo animal y lograr resultados productivos esperados, sino también deben ser importantes pautas ambientales y factores climáticos predominantes en la zona de la explotación.
Para la ubicación y las dimensiones de los corrales en un establecimiento se recomienda tener definido previamente la cantidad de animales máxima que puede llegar a haber en engorde. 
Las regiones con climas secos y templados o fríos son más propicias para la ubicación de este tipo de sistema productivo. 
En cuanto a cuestiones hídricas, hay que evitar las zonas con alta probabilidad de anegamiento y mal drenaje natural. 
Se sugiere que el feedlot se encuentre a una distancia mínima de 8 km a un centro urbano, esto para evitar malos olores o acumulación de polvo en cercanías a una ciudad, en zonas ventosas implantar cortinas de árboles es una buena opción para reducir los efectos de los olores desagradables. 
Corrales diseñados con una leve pendiente del terreno, opuesta al lugar donde se encuentran los comederos, son favorables para evitar encharcamientos. 
Hay que planificar un espacio mínimo de 20 m2 por animal (novillo) y lo aconsejable es tener como máximo 200 animales (novillos) por corral. Es importante armar lotes de animales parejos para que no exista ningún tipo de competencia que pueda afectar la eficiencia del sistema de confinamiento.
Respecto a los comederos lo conveniente es que se sitúen en un lateral del corral, esto disminuye las situaciones de comederos sucios y además con este diseño se facilita la distribución de la ración, se sugiere que posean 30 cm lineales por animal (novillo). En referencia a los bebederos es muy importante que los animales tengan siempre libre acceso a agua limpia y fresca. 
Es trascendente en el diseño general de un feedlot contar con al menos un corral de enfermería para los animales que no se adapten bien a la nueva dieta y puedan tener algún trastorno nutricional. De acuerdo a las dimensiones del engorde, se deberá planificar o no algún tipo de sistema de manejo de efluentes y estiércol.

Todas estas pautas a planificar en el diseño de las instalaciones en un feedlot en particular van a influir luego en forma positiva en el bienestar animal reduciendo las condiciones de estrés, por ende en la eficiencia animal para ganar peso corporal y por supuesto en el resultado económico de esta producción ganadera intensiva.      


lunes, 11 de julio de 2016

Control de depredadores en Patagonia

Ejecutar un plan de control de depredadores en los sistemas extensivos ovinos típicos de Patagonia hoy en día es de gran importancia, ya que la disminución de las existencias ovinas en la mayoría de los establecimientos por situaciones de sequías prolongadas, lleva a una mayor colonización de áreas por especies depredadoras. Hay que aclarar que cada campo presenta una situación distinta, con diferentes factores que influyen en su explotación ganadera, por eso es que no hay un manejo de control de depredadores único a utilizar en los sistemas patagónicos. Como primera medida factible para la protección de las majadas frente a depredadores, hay que nombrar cuestiones que tienen que ver con el manejo ganadero. Es significativo realizar un manejo intensivo o semi-intensivo en las etapas reproductivas y productivas más importantes de los animales, el servicio, la parición y el destete, esto lleva a tener un mayor control de la majada. Prácticas como suplementación estratégica, el uso de cobertizos, los encierres programados, un correcto servicio estacionado, adecuada sanidad animal, la disminución del área de parición, y poseer una apropiada disponibilidad forrajera del pastizal natural,  contribuyen a un buen estado corporal de los ovinos y a disminuir los riegos de ataques de depredadores.
Dentro de los métodos de control disuasivos existen varias alternativas, la desventaja que tiene este tipo de técnicas es que los depredadores con el tiempo se acostumbran y estas tecnologías dejan de surgir efecto. Se pueden nombrar la programación de equipos de iluminación y ruidos en los cuadros con mayor riesgo de ataque de depredadores. También se pueden utilizar collares de plástico duro para los ovinos, con esto se trata de evitar el ataque de los depredadores en la zona del cuello del animal. Otra práctica disuasiva que se está comenzando a utilizar en Patagonia es la utilización de perros protectores, las razas protectoras de majadas más comunes que han sido desarrolladas históricamente en Europa y ahora se están implementando en los países de América del Sur evitan que los depredadores entren en contacto con el ganado. Las razas con las que más se suele trabajar son: Maremanno, Gran Pirinneo, Komondor y Kuvasz. Se debe realizar un periodo de acostumbramiento, el perro establece un vínculo con la majada desde que es cachorro, y luego se comporta como un ovino más, no arrea ni rodea sino que vigila y protege el ganado. Una cuestión importante es que estos perros protectores no interfieren en el trabajo de campo de los perros ovejeros.

Foto: INTA Santa Cruz
                            
Dentro de los métodos letales se puede hacer referencia a los cebos tóxicos, hay que destacar que esta práctica es riesgosa porque también se puede envenenar especies animales que no son depredadoras, hay que tomar ciertos recaudos. Las trampas cepo es un método de captura mecánica, es necesario utilizar cebos, como por ejemplo trozos de carne, en las trampas. Y por último dentro de estas metodologías de control hay que mencionar a la caza con armas de fuego. Existe en Patagonia un sistema de recompensa por parte del Estado por cuero de zorro o especie cazada como el puma o jabalí.
A modo de conclusión se puede decir que la combinación de distintos métodos de control de depredadores tendrá un mejor resultado que la aplicación de una sola técnica de control en los establecimientos ganaderos de Patagonia, los métodos disuasivos suelen ser más costosos pero en muchos casos son más efectivos.                                     

jueves, 30 de junio de 2016

Engorde de ovinos de refugo en el VIRCh

Este tipo de sistema intensivo ha tomado mayor importancia en el Valle Inferior del Río Chubut en los últimos diez años, como una alternativa a la descarga de ovejas o capones que ya han cumplido su edad reproductiva y/o productiva en los campos ganaderos extensivos ovinos típicos de meseta patagónica. Este flujo de animales varía año a año de acuerdo a las condiciones climáticas, estado del pastizal natural, porcentaje de reposición, señalada y rentabilidad actual del sistema.
 Cabe destacar que hoy  se puede utilizar un gran número de combinaciones de insumos disponibles en el mercado para la alimentación animal, grano de maíz, grano de cebada, heno de alfalfa, pellet de alfalfa, silos, expeller de soja, expeller de girasol, alimentos balanceados comerciales, etc.  El principal inconveniente en esta zona en cuestión es que la mayor cantidad de estos insumos son de origen extra provincial, influenciando los costos de producción. En este valle hay una superficie destinada a la elaboración de materias primas que no alcanza para satisfacer las demandas de los establecimientos de engorde, hay una gran cantidad de suelos en desuso o subaprovechados disponibles.

Composición nutricional típica de alimentos balanceados para ovinos adultos:
COMPONENTE
CONTENIDO
Proteína Bruta (PB, min)
13 %
Fibra Bruta (FB, max)
8%
                               Calcio (Ca)              
0,8 - 1,6%
Fosforo (P)
0,5 - 1%
Humedad (max)
13%
Energía Metabolizable (EM, min)
2700 Kcal EM/Kg de MS

En cuanto a las pautas de manejo a tener en cuenta, es importante realizar un plan sanitario preventivo, se recomienda al momento que los animales entran al corral la aplicación de una vacuna triple (mancha, gangrena gaseosa y enterotoxemia), una dosis de un antiparasitario interno y un complejo vitamínico mineral. Se debe ejecutar un periodo de acostumbramiento a la nueva alimentación de aproximadamente diez días, aumentando el porcentaje del concentrado energético a utilizar en la ración diaria gradualmente. Lo aconsejable es dividir la ración diaria en dos momentos del día, suministrándola a la mañana y luego a la tarde. Es trascendente separar a los animales en lotes parejos en cuanto a la categoría ovina (ovejas o capones) y condición corporal en la que se encuentran al comienzo del engorde. Se considera que se le debe dar una superficie en el corral de 5 m2/animal, para este caso de animales adultos se debe dar un espacio de comedero de aproximadamente 30 cm lineales por animal en comederos con acceso de los dos lados y suministrar agua limpia diariamente.

La condición corporal de los animales al iniciar el engorde, el tiempo de acostumbramiento, el tipo y calidad de los alimentos, las condiciones climáticas, la infraestructura, la capacidad del operador, la presencia de reparos, la ejecución de una esquila, la duración del engorde y el momento de venta, determinan los resultados obtenidos.     


lunes, 20 de junio de 2016

Beneficios de la esquila preparto

La esquila preparto en la región patagónica es una técnica de manejo animal que supera en varios aspectos importantes a la esquila tradicional. Ya tiene muchos años de implementación en una gran cantidad de establecimientos ganaderos ovinos extensivos típicos de nuestra región, pero también se encuentran los productores que son reacios a esta tecnología. Su difusión en Patagonia comenzó aproximadamente a comienzos de la década del 80.
La remoción del vellón ocasiona mayores requerimientos energéticos por parte del animal para regular su temperatura corporal, originando un mayor consumo de forraje. Esta situación en una esquila preparto es producida en el final del periodo de gestación de la oveja, donde la producción de forraje del pastizal natural comienza a aumentar (principios de primavera).
Según distintas experiencias en Patagonia, la esquila preparto mejora el estado corporal general de la majada, la adecuada condición corporal de las ovejas preñadas origina un mayor peso al nacer de los corderos y disminución de muertes perinatales. La producción de leche de las madres también es mayor, favoreciendo el crecimiento y el desarrollo de los corderos nacidos. Todos estos aspectos contribuyen a tener un mayor porcentaje de señalada, parámetro muy importante para la rentabilidad de los sistemas productivos patagónicos.
El efecto del tipo de esquila sobre el porcentaje de mortandad anual de ovejas es significativo, en establecimientos que aplican la esquila tradicional (postparto) suele haber problemas de ovejas que se encuentran lanudas y débiles, ocasionando la mayor cantidad de muertes en la etapa de parición. En cambio en campos de esquila preparto solo hay que tener precaución en situaciones climáticas desfavorables como pueden ser intensas lluvias o nevadas.

Por último hay que destacar la influencia positiva de la esquila preparto sobre la calidad de la lana, el rendimiento al peine de una lana preparto es superior al de una lana postparto, esto puede ser atribuible a que en la época de vientos más fuertes y frecuentes en nuestra región (principio de la primavera) los animales ya estén esquilados en los establecimientos que practican esquila preparto. También un parámetro muy importante a tener en cuenta es la mayor resistencia a la tracción de las lanas preparto, el sufrimiento invernal del animal provoca una situación de stress, generando una reducción del diámetro de la fibra de lana, este adelgazamiento de la fibra en una lana preparto queda ubicado en el extremo de la fibra, en cambio en la esquila tradicional este adelgazamiento de la fibra se encuentra en el medio de la mecha ocasionando las llamadas “lanas quebradizas”. Todos estos beneficios atribuibles a la calidad del vellón hacen a que la ecuación económica cierre mejor a la hora de vender el producto.           



domingo, 5 de junio de 2016

El cultivo de Alfalfa en Patagonia sur

En los valles bajo riego de la zona sur patagónica el cultivo forrajero predominante por excelencia es la Alfalfa, por su adecuada adaptabilidad a las características climáticas, edáficas y productivas de esta región. El heno de Alfalfa es muy utilizado en los sistemas intensivos situados en los valles como también en los sistemas extensivos típicos de la meseta patagónica. En la actualidad en nuestra zona se realizan tres o cuatro cortes de la pastura por año, logrando producir en promedio entre 12.000 y 15.000 kilos/ha de materia seca. Hoy en día al productor patagónico le falta información objetiva sobre los distintos cultivares nuevos adaptables a las condiciones del sur de la Argentina, en general se trabajan cultivares de latencia intermedia y alta que funcionan bien en esta zona, pero cada vez es más difícil conseguirlos en el presente mercado.
Zonas con Alfalfa bajo riego en Patagonia sur:


Es necesario destacar que en general se ve un deficiente manejo de este cultivo, en cuanto al control fitosanitario, al proceso de henificación y frecuencia de pastoreo. La calidad promedio de estas Alfalfas es baja en relación a su potencial nutricional, esto es altamente influenciado por el tipo de comercialización, que en la mayoría de los casos se realiza por volumen y no por calidad. El momento ideal de corte es cuando el cultivo se encuentra en 10% de floración, pero es común que se realice en estadios fenológicos inadecuados para priorizar la cantidad de pasto, en contraparte de la digestibilidad y la cantidad de proteína. En cuanto a la maquinaria de corte implementada, el nivel de tecnología es relativamente bajo, influenciando claramente el rebrote posterior y la persistencia del cultivo.


Se tiene la disponibilidad hídrica requerida y las características edáficas adecuadas para la implantación de una mayor cantidad de hectáreas con Alfalfa y así aumentar la oferta forrajera para nuestros sistemas ganaderos. Sin dudas todavía queda mucho por hacer si queremos que nuestras Alfalfas se asemejen a las de otras zonas de nuestro país productoras de este cultivo forrajero tan importante para nuestra ganadería.            




miércoles, 1 de junio de 2016

Posibles materias primas de origen vegetal desarrolladas en Chubut para la elaboración de alimentos balanceados

A continuación se detallan las posibles materias primas de origen vegetal que se producen a mayor o menor escala en Chubut, para una potencial elaboración de alimentos balanceados para el consumo animal.
Grano de Maíz: Los trabajos sobre el cultivo de maíz en la provincia del Chubut fueron iniciados en Gaiman en los años 1981 y 1982; y se continúan a lo largo de más de 30 años, ya que se ensayaron distintos tipos de densidades de siembra, fertilizaciones, aplicaciones de herbicidas, épocas de siembra, uso de semillas de distintos ciclos y germoplasmas. La calidad del grano de maíz está determinada principalmente por la estructura y composición del grano. Las diferencias dependen del cultivar así como de las prácticas de manejo, el clima, el suelo y los métodos de cosecha y pos-cosecha. En nuestro valle la producción total del cultivo de maíz se destina en mayor porcentaje al picado y una menor proporción a grano. Los rindes promedios que se obtienen en las parcelas experimentales que se realizan en chacras bajo riego de productores son de 70 a 80 quintales de maíz picado planta entera, y si se destina a cosecha de grano se logran 13 a 15 quintales por hectárea.
Grano de Cebada: Tiene un contenido energético similar y a veces hasta superior al del maíz con un alto potencial de respuesta productiva. Sin ser un suplemento proteico, presenta tenores de proteína altos entre los granos de cereales. Es también deficitario en minerales. Su endosperma harinoso puede ser totalmente utilizado en rumen, representando esto un alto riesgo de acidosis clínica o sub-clínica en condiciones de manejo poco controlado. En este caso es aun más imperioso fraccionar las oportunidades de suministro en al menos tres, cuando se ofrezcan más de 5 kg por animal al día.
Grano de Trigo: Tiene como característica sobresaliente la alta digestibilidad y su alto valor nutritivo, es el cereal más rico en proteínas, pero resulta deficiente en lisina y treonina. No es utilizado con frecuencia ni en cantidades considerables en la elaboración de alimentos balanceados, por su elevado costo y disponibilidad en el mercado, además porque en grandes cantidades puede producir desarreglos digestivos y estados congestivos. En la práctica es aconsejable que no sobrepase el 37% y se utilice mezclado con otros cereales como cebada o avena.
Grano de Avena: Es otro recurso que puede ser utilizado convenientemente, tiene un valor energético inferior a los cereales clásicos, en virtud de la presencia de las glumas que recubren la semilla. Estas estructuras son ricas en fibra lignificada que “diluyen” el valor energético del grano. Aventaja al trigo porque su composición en aminoácidos es mejor, aunque su contenido en proteínas es menor.
Grano de Sorgo: Es un cereal que presenta características intermedias entre el maíz y el trigo, su valor alimenticio esta cerca del 90% de la del maíz así como es el menor en contenido proteico respecto al maíz. Es muy importante tener en cuenta el nivel de contenido de taninos de los cultivares a utilizar ya que estos reducen notablemente la digestibilidad y palatabilidad del concentrado elaborado. La presencia de taninos condensados en la estructura externa del grano de sorgo es una limitante importante para la utilidad del sorgo como materia prima para la elaboración de alimentos balanceados. Estos taninos son compuestos polifenólicos que forman un complejo con la proteína, así, de esta manera no permiten su asimilación y aprovechamiento por parte del animal, para la ganancia de peso.
Heno de Alfalfa: La mayor parte de la producción de alfalfa en los valles de Chubut se destina a la henificación, y en menor proporción al pastoreo directo. En el VIRCh se realizan en promedio tres cortes en cada ciclo anual primavero-estival, obteniendo en promedio histórico de la zona 350 fardos/ha/ciclo, en un esquema de producción bajo riego. El heno de alfalfa es una fuente de fibra clave en los sistemas ganaderos, se destaca por su alto valor proteico y energético, permite equilibrar las dietas. Además, su textura y palatabilidad permite un correcto funcionamiento ruminal. Si se cosecha el forraje con abundantes hojas, será un insumo de alto valor proteico, disminuyendo la necesidad de proteína extra. El momento ideal de corte es cuando el cultivo se encuentra en 10% de floración, pero es común que se realice en estadios fenológicos inadecuados para priorizar la cantidad de pasto, en contraparte de la digestibilidad y la cantidad de proteína. La calidad promedio de la alfalfa en el VIRCh es muy baja en relación a su potencial nutricional y en gran medida es consecuencia de la comercialización que normalmente se realiza por volumen (fardo y rollo) en lugar de calidad, el 65% del valor nutritivo del heno de alfalfa está en la hoja.

Conclusiones: Cabe destacar que hoy por hoy se encuentran en la provincia una importante cantidad de alternativas viables de materias primas posibles, para una combinación óptima de componentes para la elaboración de distintos alimentos balanceados en esta zona, deseados y necesarios para la alimentación animal. Así mismo, hay que tener en cuenta que todas estas materias primas a nivel productivo en el presente no se ven completamente desarrolladas, si se piensa en una comparación con la potencialidad productiva de esta zona bajo riego. La nutrición animal a base de alimentos balanceados año a año va cobrando una mayor importancia en Patagonia, ya que se ve necesario la utilización de éstos para hacerle frente a las distintas desventajas que se presentan al llevar a cabo una producción animal en forma extensiva o intensiva en esta zona, encontrándose como las variables más influyentes el tipo de clima reinante y los costos de producción que siempre son mayores a cualquier otra región del país. Los alimentos balanceados en esta provincia no solo se utilizan para la nutrición animal en producciones intensivas, del tipo feedlot, en zona de valles, sino también en producciones extensivas típicamente ovinas de Patagonia, ya que se ve necesario, cada vez más, complementar manejos tradicionales de aprovechamiento del pastizal natural por parte de la hacienda lanar con prácticas de suplementación estratégica con concentrados, para la subsistencia y desarrollo de las distintas categorías ovinas existentes en estos establecimientos ganaderos.        




lunes, 30 de mayo de 2016

Situación productiva del Valle Inferior del Río Chubut

Sin dudas, las principales actividades en el Valle Inferior del Río Chubut son la producción de fardos de alfalfa y el engorde de ganado. Son producciones que históricamente se desarrollan en el valle por distintos factores, como la accesibilidad al riego, las aptitudes físico-químicas de estos suelos, el circuito de comercialización entre la zona precordillerana o de meseta con el valle, así también como las características propias del tipo de clima predominante en el VIRCh. Si hacemos una descripción más detallada de las distintas producciones de los sistemas de producción que existen en el valle hay que destacar que además de alfalfas, que son destinadas a los mejores suelos de esta zona, también se cultivan distintas pasturas, como principales especies se pueden nombrar festuca, agropiro, ray grass, tréboles, pasto ovillo y cebadilla criolla. El sistema de comercialización que se implementa por lo general es el de venta de fardos y/o rollos de alfalfa o pastura a zonas ganaderas extensivas típicas de meseta en la provincia de Chubut y Santa Cruz, el excedente que no se comercializa se utiliza para la alimentación de ganado propio. Por otra parte, en menor medida, se están realizando cultivos anuales también para la alimentación de los animales, como verdeos: avena, cebada, trigo, centeno, maíz y sorgo. Se aprovechan en forma de pastoreo directo, fardos, rollos o se confeccionan silos. Con respecto a la producción de estos cultivos anuales para cosecha de grano, es baja la superficie con este destino en el valle, no habiendo limitantes edáficas o climáticas en amplias zonas del VIRCh, pero surgen otro tipo de problemáticas como la falta de tecnología, insuficiente asesoramiento a los productores y escasez de circuitos de comercialización.

                          Fuente: INTA Chubut                                                     Total: 49.926,19 ha     

    

Producción
Superficie (ha)
Forrajeras perennes
10.983
Forrajeras anuales
379
Frutales
572
Hortalizas
1.530
Uso ganadero
4.000
Desuso (limitantes)
8.000
Total
25.464
                 Principales producciones VIRCh año 2015, datos de INTA Chubut

En base a estas estadísticas productivas del VIRCh, podemos notar que este valle no ha llegado aún a su potencial productivo. Hay que tener en cuenta que los sistemas intensivos ganaderos actuales se ven muy dependientes a las fuentes alimentación extra provinciales, ya sea granos, alimentos balanceados o concentrados proteicos. Es necesario no solo incrementar la producción sino también aumentar la eficiencia de los sistemas, lograr forrajes de alta calidad, disminuir las perdidas por inadecuado manejo de los cultivos, aumentar el grado de asesoramiento, incorporar más tecnología aplicada a los trabajos de ensilado así como también a la siembra-cosecha de granos. El mercado local de carne vacuna no alcanza a satisfacer la demanda de nuestra población, según estadísticas del Dpto. de Fiscalización de Faena en Chubut el 60% de la carne vacuna que se consume es extra provincial, disminuir esta proporción es uno de los principales objetivos que se tienen que plantear. Es primordial lograr altos índices productivos a bajo costo, incrementar la calidad de los productos y agregado de valor, esto generaría mayores ingresos a nivel provincial.
  

jueves, 26 de mayo de 2016

Producción porcina en Patagonia

La actividad porcina se desarrolla en su mayoría a baja escala, del tipo explotación familiar, pero en los últimos años ha tenido un marcado crecimiento. Hay que mencionar que ésta actividad tiene un rápido recupero de la inversión porque los ciclos reproductivos y productivos son relativamente cortos y no es necesario grandes superficies para su explotación. Entre las principales debilidades se destaca el bajo consumo interno de carne fresca de cerdo, alto riesgo sanitario por falta de controles (faena informal), y una frágil integración entre la producción primaria, la industria y el sector comercial de la cadena. En general en los establecimientos porcinos de Patagonia se observa un bajo porcentaje de lechones destetados (8-10 lechones/cerda/año), baja eficiencia productiva, y un marcado desconocimiento de la composición de las raciones. Deficiencias marcadas en implementación de normas de bienestar animal y problemas de contaminación ambiental.   

Estratificación de productores según número de madres

1-50 madres
51-100 madres
101-500 madres
+ de 500 madres
Sistema productivo
A campo
A campo confinamiento del engorde
Generalmente confinados
Totalmente confinados
Producto-ciclo
lechones
Ciclo completo
Ciclo completo
Ciclo completo
Comercialización
Acopiadores o intermediarios
Intermediarios o directa a frigoríficos
Directa a frigoríficos
Industrializa y comercializa marca propia
Infraestructura
Generalmente precaria
Buena
Buena
Alta
Productividad promedio (lechones/madre/año)
10 a 12
12 a 16
16 a 20
20 a 22
Mano de obra
Familiar
Familiar y asalariada
Asalariada
Asalariada
Fuente: Elaboración propia en base a datos de INTA y SENASA.


Es necesario implementar nuevas tecnologías productivas que ya se desarrollan en otras regiones del país. Desde entidades públicas y privadas se debe apoyar más la actividad para fortalecer el crecimiento, es importante implementar programas de ensayos productivos  y transferencia de procesos para aumentar la eficiencia productiva. Hay que apuntar no solo a un mayor stock porcino sino también a un incremento de la calidad del producto y al agregado de valor.