lunes, 11 de julio de 2016

Control de depredadores en Patagonia

Ejecutar un plan de control de depredadores en los sistemas extensivos ovinos típicos de Patagonia hoy en día es de gran importancia, ya que la disminución de las existencias ovinas en la mayoría de los establecimientos por situaciones de sequías prolongadas, lleva a una mayor colonización de áreas por especies depredadoras. Hay que aclarar que cada campo presenta una situación distinta, con diferentes factores que influyen en su explotación ganadera, por eso es que no hay un manejo de control de depredadores único a utilizar en los sistemas patagónicos. Como primera medida factible para la protección de las majadas frente a depredadores, hay que nombrar cuestiones que tienen que ver con el manejo ganadero. Es significativo realizar un manejo intensivo o semi-intensivo en las etapas reproductivas y productivas más importantes de los animales, el servicio, la parición y el destete, esto lleva a tener un mayor control de la majada. Prácticas como suplementación estratégica, el uso de cobertizos, los encierres programados, un correcto servicio estacionado, adecuada sanidad animal, la disminución del área de parición, y poseer una apropiada disponibilidad forrajera del pastizal natural,  contribuyen a un buen estado corporal de los ovinos y a disminuir los riegos de ataques de depredadores.
Dentro de los métodos de control disuasivos existen varias alternativas, la desventaja que tiene este tipo de técnicas es que los depredadores con el tiempo se acostumbran y estas tecnologías dejan de surgir efecto. Se pueden nombrar la programación de equipos de iluminación y ruidos en los cuadros con mayor riesgo de ataque de depredadores. También se pueden utilizar collares de plástico duro para los ovinos, con esto se trata de evitar el ataque de los depredadores en la zona del cuello del animal. Otra práctica disuasiva que se está comenzando a utilizar en Patagonia es la utilización de perros protectores, las razas protectoras de majadas más comunes que han sido desarrolladas históricamente en Europa y ahora se están implementando en los países de América del Sur evitan que los depredadores entren en contacto con el ganado. Las razas con las que más se suele trabajar son: Maremanno, Gran Pirinneo, Komondor y Kuvasz. Se debe realizar un periodo de acostumbramiento, el perro establece un vínculo con la majada desde que es cachorro, y luego se comporta como un ovino más, no arrea ni rodea sino que vigila y protege el ganado. Una cuestión importante es que estos perros protectores no interfieren en el trabajo de campo de los perros ovejeros.

Foto: INTA Santa Cruz
                            
Dentro de los métodos letales se puede hacer referencia a los cebos tóxicos, hay que destacar que esta práctica es riesgosa porque también se puede envenenar especies animales que no son depredadoras, hay que tomar ciertos recaudos. Las trampas cepo es un método de captura mecánica, es necesario utilizar cebos, como por ejemplo trozos de carne, en las trampas. Y por último dentro de estas metodologías de control hay que mencionar a la caza con armas de fuego. Existe en Patagonia un sistema de recompensa por parte del Estado por cuero de zorro o especie cazada como el puma o jabalí.
A modo de conclusión se puede decir que la combinación de distintos métodos de control de depredadores tendrá un mejor resultado que la aplicación de una sola técnica de control en los establecimientos ganaderos de Patagonia, los métodos disuasivos suelen ser más costosos pero en muchos casos son más efectivos.                                     

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