Haciendo un
análisis, hay que diferenciar las zonas productivas dentro de esta provincia y
sus sistemas intensivos o extensivos característicos de las explotaciones
ganaderas. Remarcando que los sistemas intensivos se encuentran ubicados en las
zonas bajo riego, así como los sistemas ganaderos extensivos se sitúan en zonas
de menor disponibilidad de agua y forraje. En los manejos ganaderos intensivos
o semi-intensivos se busca una nutrición de los animales con forrajes y/o
concentrados de alta calidad alimenticia, para aumentar la eficiencia
productiva. Con el avance de tecnologías aplicadas a la ganadería, y
situaciones del tipo climáticas que han castigado a los sistemas típicos
ganaderos extensivos ovinos con praderas de pastizales naturales, se implementan
cada vez más manejos de suplementación estratégica a las majadas con alimentos
de mayor calidad nutricional, como balanceados, en las etapas de mayores
requerimientos de estos animales, así como también en los establecimientos
extensivos abocados a la cría bovina típicos de la zona cordillerana del
Chubut.
La actividad
ganadera bovina ha ido en disminución en los últimos años, dentro de las
principales problemáticas que se podrían mencionar se destacan: el bajo
porcentaje de reposición de hembras, alto costo por kilogramo faenado y
comercializado, importación de granos y balanceados extra provinciales, falta
de mano de obra, falta de políticas para el sector a largo plazo y bajos
índices productivos.
Asimismo en
referencia a la actividad ovina también ha disminuido su productividad en la
provincia. Destacando la marcada disminución del stock por degradación de los
pastizales naturales, agravado por larga sequia y fenómenos como la ceniza
volcánica, altos costos de producción, un creciente número de establecimientos
por debajo del umbral de rentabilidad, una insuficiente difusión y adopción de
las tecnologías disponibles para mejorar la producción, el manejo y la
recuperación de los recursos naturales, un aumento de la cantidad de campos
desocupados con consecuencias productivas y sociales aparejadas, con efectos de
proliferación de fauna autóctona y depredadores silvestres y asilvestrados y
una falta de personal en cantidad y capacidad para los respectivos controles.
Existe una
cierta dependencia a las distintas producciones e industrias cárnicas de
provincias vecinas, al menos en las dos últimas décadas la provincia importa
desde otras regiones del país más carne de la que produce internamente para su
consumo. Para que esta tendencia disminuya se debe apuntar a sistemas ganaderos
provinciales más sustentables y eficientes en el tiempo. Hay una deficiente
interacción entre las zonas más productivas, valles bajo riego de la provincia,
y las zonas de secano típicas de la meseta patagónica, tendría que ser un circuito
más fluido donde los valles produzcan más insumos alimentarios de alta calidad
nutricional, como forraje, granos y balanceados, para hacerle frente a las
distintas adversidades en las zonas donde los recursos son más limitantes. Así
mismo al aumentar los índices reproductivos y productivos de las majadas y
rodeos se mejoraría el número de existencias ganaderas, generando excedentes de
stocks para las distintas producciones de invernada y engorde.
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