lunes, 23 de mayo de 2016

Análisis de la producción ganadera en Chubut

Haciendo un análisis, hay que diferenciar las zonas productivas dentro de esta provincia y sus sistemas intensivos o extensivos característicos de las explotaciones ganaderas. Remarcando que los sistemas intensivos se encuentran ubicados en las zonas bajo riego, así como los sistemas ganaderos extensivos se sitúan en zonas de menor disponibilidad de agua y forraje. En los manejos ganaderos intensivos o semi-intensivos se busca una nutrición de los animales con forrajes y/o concentrados de alta calidad alimenticia, para aumentar la eficiencia productiva. Con el avance de tecnologías aplicadas a la ganadería, y situaciones del tipo climáticas que han castigado a los sistemas típicos ganaderos extensivos ovinos con praderas de pastizales naturales, se implementan cada vez más manejos de suplementación estratégica a las majadas con alimentos de mayor calidad nutricional, como balanceados, en las etapas de mayores requerimientos de estos animales, así como también en los establecimientos extensivos abocados a la cría bovina típicos de la zona cordillerana del Chubut.
La actividad ganadera bovina ha ido en disminución en los últimos años, dentro de las principales problemáticas que se podrían mencionar se destacan: el bajo porcentaje de reposición de hembras, alto costo por kilogramo faenado y comercializado, importación de granos y balanceados extra provinciales, falta de mano de obra, falta de políticas para el sector a largo plazo y bajos índices productivos.
Asimismo en referencia a la actividad ovina también ha disminuido su productividad en la provincia. Destacando la marcada disminución del stock por degradación de los pastizales naturales, agravado por larga sequia y fenómenos como la ceniza volcánica, altos costos de producción, un creciente número de establecimientos por debajo del umbral de rentabilidad, una insuficiente difusión y adopción de las tecnologías disponibles para mejorar la producción, el manejo y la recuperación de los recursos naturales, un aumento de la cantidad de campos desocupados con consecuencias productivas y sociales aparejadas, con efectos de proliferación de fauna autóctona y depredadores silvestres y asilvestrados y una falta de personal en cantidad y capacidad para los respectivos controles.



Existe una cierta dependencia a las distintas producciones e industrias cárnicas de provincias vecinas, al menos en las dos últimas décadas la provincia importa desde otras regiones del país más carne de la que produce internamente para su consumo. Para que esta tendencia disminuya se debe apuntar a sistemas ganaderos provinciales más sustentables y eficientes en el tiempo. Hay una deficiente interacción entre las zonas más productivas, valles bajo riego de la provincia, y las zonas de secano típicas de la meseta patagónica, tendría que ser un circuito más fluido donde los valles produzcan más insumos alimentarios de alta calidad nutricional, como forraje, granos y balanceados, para hacerle frente a las distintas adversidades en las zonas donde los recursos son más limitantes. Así mismo al aumentar los índices reproductivos y productivos de las majadas y rodeos se mejoraría el número de existencias ganaderas, generando excedentes de stocks para las distintas producciones de invernada y engorde.

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