Este último año se ha avanzado en el tema de la explotación
del guanaco en Patagonia, principalmente en la provincia de Santa Cruz. Estamos en el comienzo de un plan de manejo integral que nos puede dar grandes
beneficios productivos y económicos.
En Santa Cruz luego de largas gestiones entre entidades
rurales, gobierno nacional y provincial, el mes pasado se comenzó a
comercializar la carne de guanaco, con los correspondientes controles de SENASA.
Se está vendiendo en algunas carnicerías de la provincia con buena aceptación entre
los consumidores, también se habilitó el transito federal habiendo demandas
futuras por parte de la gastronomía de Buenos Aires.
En esta primera experiencia organizativa, se autorizó la
comercialización de 200 animales, que son aproximadamente entre 4 y 5 toneladas
de carne sin hueso.
Además se habilitó la exportación, hay interés de países como
Alemania, Francia, Holanda y Bélgica, esta carne “exótica” es magra y baja en
colesterol.
Como observación, considero que la iniciativa de Santa Cruz de
explotar la carne de guanaco además de la fibra, debe ser tomada como una buena
posibilidad de apertura de mercados y aprovecharlo como ejemplo para las demás
provincias de la región patagónica. Se estima una población de 3 millones de
cabezas de esta especie en Patagonia, habiendo aumentado exponencialmente en
los últimos años en detrimento de las cabezas ovinas, provocando una fuerte competencia
entre especies.
Si hablamos
del aprovechamiento de la fibra del guanaco hay que mencionar que es un tipo de
fibra con una alta calidad para la industria textil, que se destina a la
confección de prendas de alto valor. Esta alternativa productiva requiere
también un alto costo de inversión inicial para tener la infraestructura
adecuada para el manejo de este camélido.
Sin dudas saber el comportamiento, la cantidad y la
distribución de esta especie en la región patagónica es solo el comienzo para
la elaboración y ejecución de un plan integral de manejo, control y utilización
del guanaco. Evidentemente falta mucho por hacer.
Imagen: CRA |