jueves, 22 de septiembre de 2016

La carne ovina patagónica

Si pensamos una reflexión general y positiva, hay que decir que el mundo incrementa su demanda de alimentos en forma constante por el crecimiento poblacional, y esto hay que verlo como una excelente oportunidad para la comercialización de productos cárnicos ovinos de origen patagónico. Siendo más objetivos debemos ver que la ganadería ovina en Patagonia actualmente no goza de buena salud, un ejemplo claro es la marcada reducción del stock ovino en los últimos años, la provincia de Chubut en el año 1986 contaba aproximadamente con 7 millones de cabezas ovinas, hoy 2016 cuenta con aproximadamente 3 millones de cabezas ovinas. 
Las causas de ésta problemática son varias, pero se debe mirar hacia un futuro con muchas tecnologías disponibles (suplementación, evaluación de pastizales, diagnostico de preñez por ecografía, determinación de condición corporal, inseminación artificial, sincronización de celos, control de predadores, revisación clínica de carneros, pariciones controladas, esquila preparto, manejo holístico, mejoramiento genético, etc.) para afrontar éstas adversidades que se encuentran en los sistemas ganaderos patagónicos.
La región patagónica posee el 67% de las existencias ovinas del país, históricamente en Patagonia se vio a la producción de carne ovina como un complemento de la producción de lana, hoy es necesario pensar en aumentar la producción de carne en los establecimientos ganaderos y así mejorar la rentabilidad económica. Es verdad que en la mayoría de las zonas de la región se utiliza un biotipo animal claramente lanero, pero ya es primordial pensar en animales con una conformación mas carnicera sin dejar de lado la producción de lana fina que tanto caracteriza al ovino patagónico.
Como pautas en las que se puede mejorar el desarrollo de la comercialización de la carne ovina se puede mencionar: incrementar los porcentajes de señalada, el aprovechamiento del estatus sanitario que posee la Patagonia, la denominación de origen “cordero patagónico”, la certificación orgánica; hay que trabajar en estrategias de agregado de valor, de diferenciación de productos y marketing.  


Ovejas dohne merino

martes, 13 de septiembre de 2016

Razas ovinas utilizadas en Patagonia

Merino australiano: es la raza con mayor presencia en esta región, en su mayoría se encuentra en las provincias de Río Negro, Chubut y Norte de Santa Cruz. Es la raza por excelencia productora de lanas finas de gran calidad y valor comercial, lanas de finuras entre 16 y 25 micrones y su largo de mecha varía entre los 6 y 12 centímetros. Se adapta muy bien a zonas áridas y frías como ésta, es una raza mala productora de leche, en consecuencia no es buena madre si se la compara con otras razas ovinas. Surgió por el cruzamiento de las siguientes líneas de sangre: 25% Merino español, 40% Merino norteamericano, 30% Merino alemán y 5% Merino Francés.
Merino multipropósito: es un biotipo de Merino desarrollado en Australia, surge de buscar una alternativa de doble propósito para generar una mejor rentabilidad de la actividad ovina, se logró alta producción de carne y lana fina de calidad. Es un animal libre de arrugas y de una conformación bien carnicera, crecimiento temprano y musculosidad. Se halla en Neuquén, Río Negro, Chubut y Norte de Santa Cruz.
Dohne Merino: es una raza doble propósito desarrollada en Sudáfrica, usando ovejas Merino Peppin y carneros Merino alemán de carne. Produce lana fina de calidad, tiene una excelente fertilidad, buena habilidad materna y una alta tasa de crecimiento en los corderos, es un productor de carne muy eficiente. Es una raza nueva en la región patagónica, fue introducida al país en el año 2005 por el INTA Chubut.
Corriedale: su origen es Nueva Zelanda, es una raza carnicera, posee gran rusticidad, la finura de su lana varía entre 25 y 30 micrones y su largo de mecha varía entre los 12 y 15 centímetros. Se origina de la cruza de madres Merino y padres Lincoln. Se distribuye en las provincias de Santa Cruz y Tierra del Fuego.
Hampshire Down: su origen es inglés, en Patagonia se puede encontrar “caras negras” en los valles irrigados, produce animales de gran precocidad y capacidad de engorde. Es un biotipo bien carnicero, tiene un alto rendimiento de la res y produce lanas gruesas, su finura varía entre los 27 y 33 micrones.         

            Hampshire Down en el VIRCh, foto Bod Iwan
                     


Merino australiano en el sur de Chubut