jueves, 30 de junio de 2016

Engorde de ovinos de refugo en el VIRCh

Este tipo de sistema intensivo ha tomado mayor importancia en el Valle Inferior del Río Chubut en los últimos diez años, como una alternativa a la descarga de ovejas o capones que ya han cumplido su edad reproductiva y/o productiva en los campos ganaderos extensivos ovinos típicos de meseta patagónica. Este flujo de animales varía año a año de acuerdo a las condiciones climáticas, estado del pastizal natural, porcentaje de reposición, señalada y rentabilidad actual del sistema.
 Cabe destacar que hoy  se puede utilizar un gran número de combinaciones de insumos disponibles en el mercado para la alimentación animal, grano de maíz, grano de cebada, heno de alfalfa, pellet de alfalfa, silos, expeller de soja, expeller de girasol, alimentos balanceados comerciales, etc.  El principal inconveniente en esta zona en cuestión es que la mayor cantidad de estos insumos son de origen extra provincial, influenciando los costos de producción. En este valle hay una superficie destinada a la elaboración de materias primas que no alcanza para satisfacer las demandas de los establecimientos de engorde, hay una gran cantidad de suelos en desuso o subaprovechados disponibles.

Composición nutricional típica de alimentos balanceados para ovinos adultos:
COMPONENTE
CONTENIDO
Proteína Bruta (PB, min)
13 %
Fibra Bruta (FB, max)
8%
                               Calcio (Ca)              
0,8 - 1,6%
Fosforo (P)
0,5 - 1%
Humedad (max)
13%
Energía Metabolizable (EM, min)
2700 Kcal EM/Kg de MS

En cuanto a las pautas de manejo a tener en cuenta, es importante realizar un plan sanitario preventivo, se recomienda al momento que los animales entran al corral la aplicación de una vacuna triple (mancha, gangrena gaseosa y enterotoxemia), una dosis de un antiparasitario interno y un complejo vitamínico mineral. Se debe ejecutar un periodo de acostumbramiento a la nueva alimentación de aproximadamente diez días, aumentando el porcentaje del concentrado energético a utilizar en la ración diaria gradualmente. Lo aconsejable es dividir la ración diaria en dos momentos del día, suministrándola a la mañana y luego a la tarde. Es trascendente separar a los animales en lotes parejos en cuanto a la categoría ovina (ovejas o capones) y condición corporal en la que se encuentran al comienzo del engorde. Se considera que se le debe dar una superficie en el corral de 5 m2/animal, para este caso de animales adultos se debe dar un espacio de comedero de aproximadamente 30 cm lineales por animal en comederos con acceso de los dos lados y suministrar agua limpia diariamente.

La condición corporal de los animales al iniciar el engorde, el tiempo de acostumbramiento, el tipo y calidad de los alimentos, las condiciones climáticas, la infraestructura, la capacidad del operador, la presencia de reparos, la ejecución de una esquila, la duración del engorde y el momento de venta, determinan los resultados obtenidos.     


lunes, 20 de junio de 2016

Beneficios de la esquila preparto

La esquila preparto en la región patagónica es una técnica de manejo animal que supera en varios aspectos importantes a la esquila tradicional. Ya tiene muchos años de implementación en una gran cantidad de establecimientos ganaderos ovinos extensivos típicos de nuestra región, pero también se encuentran los productores que son reacios a esta tecnología. Su difusión en Patagonia comenzó aproximadamente a comienzos de la década del 80.
La remoción del vellón ocasiona mayores requerimientos energéticos por parte del animal para regular su temperatura corporal, originando un mayor consumo de forraje. Esta situación en una esquila preparto es producida en el final del periodo de gestación de la oveja, donde la producción de forraje del pastizal natural comienza a aumentar (principios de primavera).
Según distintas experiencias en Patagonia, la esquila preparto mejora el estado corporal general de la majada, la adecuada condición corporal de las ovejas preñadas origina un mayor peso al nacer de los corderos y disminución de muertes perinatales. La producción de leche de las madres también es mayor, favoreciendo el crecimiento y el desarrollo de los corderos nacidos. Todos estos aspectos contribuyen a tener un mayor porcentaje de señalada, parámetro muy importante para la rentabilidad de los sistemas productivos patagónicos.
El efecto del tipo de esquila sobre el porcentaje de mortandad anual de ovejas es significativo, en establecimientos que aplican la esquila tradicional (postparto) suele haber problemas de ovejas que se encuentran lanudas y débiles, ocasionando la mayor cantidad de muertes en la etapa de parición. En cambio en campos de esquila preparto solo hay que tener precaución en situaciones climáticas desfavorables como pueden ser intensas lluvias o nevadas.

Por último hay que destacar la influencia positiva de la esquila preparto sobre la calidad de la lana, el rendimiento al peine de una lana preparto es superior al de una lana postparto, esto puede ser atribuible a que en la época de vientos más fuertes y frecuentes en nuestra región (principio de la primavera) los animales ya estén esquilados en los establecimientos que practican esquila preparto. También un parámetro muy importante a tener en cuenta es la mayor resistencia a la tracción de las lanas preparto, el sufrimiento invernal del animal provoca una situación de stress, generando una reducción del diámetro de la fibra de lana, este adelgazamiento de la fibra en una lana preparto queda ubicado en el extremo de la fibra, en cambio en la esquila tradicional este adelgazamiento de la fibra se encuentra en el medio de la mecha ocasionando las llamadas “lanas quebradizas”. Todos estos beneficios atribuibles a la calidad del vellón hacen a que la ecuación económica cierre mejor a la hora de vender el producto.           



domingo, 5 de junio de 2016

El cultivo de Alfalfa en Patagonia sur

En los valles bajo riego de la zona sur patagónica el cultivo forrajero predominante por excelencia es la Alfalfa, por su adecuada adaptabilidad a las características climáticas, edáficas y productivas de esta región. El heno de Alfalfa es muy utilizado en los sistemas intensivos situados en los valles como también en los sistemas extensivos típicos de la meseta patagónica. En la actualidad en nuestra zona se realizan tres o cuatro cortes de la pastura por año, logrando producir en promedio entre 12.000 y 15.000 kilos/ha de materia seca. Hoy en día al productor patagónico le falta información objetiva sobre los distintos cultivares nuevos adaptables a las condiciones del sur de la Argentina, en general se trabajan cultivares de latencia intermedia y alta que funcionan bien en esta zona, pero cada vez es más difícil conseguirlos en el presente mercado.
Zonas con Alfalfa bajo riego en Patagonia sur:


Es necesario destacar que en general se ve un deficiente manejo de este cultivo, en cuanto al control fitosanitario, al proceso de henificación y frecuencia de pastoreo. La calidad promedio de estas Alfalfas es baja en relación a su potencial nutricional, esto es altamente influenciado por el tipo de comercialización, que en la mayoría de los casos se realiza por volumen y no por calidad. El momento ideal de corte es cuando el cultivo se encuentra en 10% de floración, pero es común que se realice en estadios fenológicos inadecuados para priorizar la cantidad de pasto, en contraparte de la digestibilidad y la cantidad de proteína. En cuanto a la maquinaria de corte implementada, el nivel de tecnología es relativamente bajo, influenciando claramente el rebrote posterior y la persistencia del cultivo.


Se tiene la disponibilidad hídrica requerida y las características edáficas adecuadas para la implantación de una mayor cantidad de hectáreas con Alfalfa y así aumentar la oferta forrajera para nuestros sistemas ganaderos. Sin dudas todavía queda mucho por hacer si queremos que nuestras Alfalfas se asemejen a las de otras zonas de nuestro país productoras de este cultivo forrajero tan importante para nuestra ganadería.            




miércoles, 1 de junio de 2016

Posibles materias primas de origen vegetal desarrolladas en Chubut para la elaboración de alimentos balanceados

A continuación se detallan las posibles materias primas de origen vegetal que se producen a mayor o menor escala en Chubut, para una potencial elaboración de alimentos balanceados para el consumo animal.
Grano de Maíz: Los trabajos sobre el cultivo de maíz en la provincia del Chubut fueron iniciados en Gaiman en los años 1981 y 1982; y se continúan a lo largo de más de 30 años, ya que se ensayaron distintos tipos de densidades de siembra, fertilizaciones, aplicaciones de herbicidas, épocas de siembra, uso de semillas de distintos ciclos y germoplasmas. La calidad del grano de maíz está determinada principalmente por la estructura y composición del grano. Las diferencias dependen del cultivar así como de las prácticas de manejo, el clima, el suelo y los métodos de cosecha y pos-cosecha. En nuestro valle la producción total del cultivo de maíz se destina en mayor porcentaje al picado y una menor proporción a grano. Los rindes promedios que se obtienen en las parcelas experimentales que se realizan en chacras bajo riego de productores son de 70 a 80 quintales de maíz picado planta entera, y si se destina a cosecha de grano se logran 13 a 15 quintales por hectárea.
Grano de Cebada: Tiene un contenido energético similar y a veces hasta superior al del maíz con un alto potencial de respuesta productiva. Sin ser un suplemento proteico, presenta tenores de proteína altos entre los granos de cereales. Es también deficitario en minerales. Su endosperma harinoso puede ser totalmente utilizado en rumen, representando esto un alto riesgo de acidosis clínica o sub-clínica en condiciones de manejo poco controlado. En este caso es aun más imperioso fraccionar las oportunidades de suministro en al menos tres, cuando se ofrezcan más de 5 kg por animal al día.
Grano de Trigo: Tiene como característica sobresaliente la alta digestibilidad y su alto valor nutritivo, es el cereal más rico en proteínas, pero resulta deficiente en lisina y treonina. No es utilizado con frecuencia ni en cantidades considerables en la elaboración de alimentos balanceados, por su elevado costo y disponibilidad en el mercado, además porque en grandes cantidades puede producir desarreglos digestivos y estados congestivos. En la práctica es aconsejable que no sobrepase el 37% y se utilice mezclado con otros cereales como cebada o avena.
Grano de Avena: Es otro recurso que puede ser utilizado convenientemente, tiene un valor energético inferior a los cereales clásicos, en virtud de la presencia de las glumas que recubren la semilla. Estas estructuras son ricas en fibra lignificada que “diluyen” el valor energético del grano. Aventaja al trigo porque su composición en aminoácidos es mejor, aunque su contenido en proteínas es menor.
Grano de Sorgo: Es un cereal que presenta características intermedias entre el maíz y el trigo, su valor alimenticio esta cerca del 90% de la del maíz así como es el menor en contenido proteico respecto al maíz. Es muy importante tener en cuenta el nivel de contenido de taninos de los cultivares a utilizar ya que estos reducen notablemente la digestibilidad y palatabilidad del concentrado elaborado. La presencia de taninos condensados en la estructura externa del grano de sorgo es una limitante importante para la utilidad del sorgo como materia prima para la elaboración de alimentos balanceados. Estos taninos son compuestos polifenólicos que forman un complejo con la proteína, así, de esta manera no permiten su asimilación y aprovechamiento por parte del animal, para la ganancia de peso.
Heno de Alfalfa: La mayor parte de la producción de alfalfa en los valles de Chubut se destina a la henificación, y en menor proporción al pastoreo directo. En el VIRCh se realizan en promedio tres cortes en cada ciclo anual primavero-estival, obteniendo en promedio histórico de la zona 350 fardos/ha/ciclo, en un esquema de producción bajo riego. El heno de alfalfa es una fuente de fibra clave en los sistemas ganaderos, se destaca por su alto valor proteico y energético, permite equilibrar las dietas. Además, su textura y palatabilidad permite un correcto funcionamiento ruminal. Si se cosecha el forraje con abundantes hojas, será un insumo de alto valor proteico, disminuyendo la necesidad de proteína extra. El momento ideal de corte es cuando el cultivo se encuentra en 10% de floración, pero es común que se realice en estadios fenológicos inadecuados para priorizar la cantidad de pasto, en contraparte de la digestibilidad y la cantidad de proteína. La calidad promedio de la alfalfa en el VIRCh es muy baja en relación a su potencial nutricional y en gran medida es consecuencia de la comercialización que normalmente se realiza por volumen (fardo y rollo) en lugar de calidad, el 65% del valor nutritivo del heno de alfalfa está en la hoja.

Conclusiones: Cabe destacar que hoy por hoy se encuentran en la provincia una importante cantidad de alternativas viables de materias primas posibles, para una combinación óptima de componentes para la elaboración de distintos alimentos balanceados en esta zona, deseados y necesarios para la alimentación animal. Así mismo, hay que tener en cuenta que todas estas materias primas a nivel productivo en el presente no se ven completamente desarrolladas, si se piensa en una comparación con la potencialidad productiva de esta zona bajo riego. La nutrición animal a base de alimentos balanceados año a año va cobrando una mayor importancia en Patagonia, ya que se ve necesario la utilización de éstos para hacerle frente a las distintas desventajas que se presentan al llevar a cabo una producción animal en forma extensiva o intensiva en esta zona, encontrándose como las variables más influyentes el tipo de clima reinante y los costos de producción que siempre son mayores a cualquier otra región del país. Los alimentos balanceados en esta provincia no solo se utilizan para la nutrición animal en producciones intensivas, del tipo feedlot, en zona de valles, sino también en producciones extensivas típicamente ovinas de Patagonia, ya que se ve necesario, cada vez más, complementar manejos tradicionales de aprovechamiento del pastizal natural por parte de la hacienda lanar con prácticas de suplementación estratégica con concentrados, para la subsistencia y desarrollo de las distintas categorías ovinas existentes en estos establecimientos ganaderos.