Ejecutar un plan de control de depredadores en los sistemas
extensivos ovinos típicos de Patagonia hoy en día es de gran importancia, ya
que la disminución de las existencias ovinas en la mayoría de los
establecimientos por situaciones de sequías prolongadas, lleva a una mayor
colonización de áreas por especies depredadoras. Hay que aclarar que cada campo
presenta una situación distinta, con diferentes factores que influyen en su
explotación ganadera, por eso es que no hay un manejo de control de
depredadores único a utilizar en los sistemas patagónicos. Como primera medida
factible para la protección de las majadas frente a depredadores, hay que
nombrar cuestiones que tienen que ver con el manejo ganadero. Es significativo realizar
un manejo intensivo o semi-intensivo en las etapas reproductivas y productivas
más importantes de los animales, el servicio, la parición y el destete, esto
lleva a tener un mayor control de la majada. Prácticas como suplementación
estratégica, el uso de cobertizos, los encierres programados, un correcto
servicio estacionado, adecuada sanidad animal, la disminución del área de
parición, y poseer una apropiada disponibilidad forrajera del pastizal natural,
contribuyen a un buen estado corporal de
los ovinos y a disminuir los riegos de ataques de depredadores.
Dentro de los métodos de control disuasivos existen varias
alternativas, la desventaja que tiene este tipo de técnicas es que los
depredadores con el tiempo se acostumbran y estas tecnologías dejan de surgir
efecto. Se pueden nombrar la programación de equipos de iluminación y ruidos en
los cuadros con mayor riesgo de ataque de depredadores. También se pueden
utilizar collares de plástico duro para los ovinos, con esto se trata de evitar
el ataque de los depredadores en la zona del cuello del animal. Otra práctica
disuasiva que se está comenzando a utilizar en Patagonia es la utilización de
perros protectores, las razas protectoras de majadas más comunes que han sido
desarrolladas históricamente en Europa y ahora se están implementando en los
países de América del Sur evitan que los depredadores entren en contacto con el
ganado. Las razas con las que más se suele trabajar son: Maremanno, Gran
Pirinneo, Komondor y Kuvasz. Se debe realizar un periodo de acostumbramiento,
el perro establece un vínculo con la majada desde que es cachorro, y luego se
comporta como un ovino más, no arrea ni rodea sino que vigila y protege el
ganado. Una cuestión importante es que estos perros protectores no interfieren
en el trabajo de campo de los perros ovejeros.
Foto: INTA Santa Cruz |
Dentro de los métodos letales se puede hacer referencia a
los cebos tóxicos, hay que destacar que esta práctica es riesgosa porque
también se puede envenenar especies animales que no son depredadoras, hay que
tomar ciertos recaudos. Las trampas cepo es un método de captura mecánica, es
necesario utilizar cebos, como por ejemplo trozos de carne, en las trampas. Y
por último dentro de estas metodologías de control hay que mencionar a la caza
con armas de fuego. Existe en Patagonia un sistema de recompensa por parte del
Estado por cuero de zorro o especie cazada como el puma o jabalí.
A modo de conclusión se puede decir que la combinación de
distintos métodos de control de depredadores tendrá un mejor resultado que la aplicación
de una sola técnica de control en los establecimientos ganaderos de Patagonia,
los métodos disuasivos suelen ser más costosos pero en muchos casos son más
efectivos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario