En este comienzo de 2017 si se hace un análisis general de
la ganadería extensiva en esta región, se debe puntualizar en algunos aspectos
claves que están influyendo de forma directa y/o indirecta el crecimiento y
desarrollo de esta actividad en nuestra zona.
Uno de los puntos importantes que afecta a toda la región en
mayor o menor medida es el abigeato, los robos de ganado siguen siendo un gran
problema difícil de combatir organizadamente.
Otro problema es el manejo y control del guanaco, esta
especie se ha convertido en una plaga principalmente en la provincia de Santa
Cruz, esta situación provoca una directa competencia por los recursos agua y
forraje con el ovino. Se necesita ejecutar lo antes posible un plan de
explotación y comercialización de la fibra y la carne del guanaco.
El deficiente control de predadores en la región también es
un punto clave que dificulta la recuperación del stock ganadero, la incorporación
de tecnologías que existen en la actualidad para este problema son de gran
ayuda en los establecimientos patagónicos.
La situación climática de sequía sigue persistiendo en
grandes zonas, por esto se continúa dificultando repoblar de hacienda gran cantidad
de establecimientos. El manejo ovino tiene que ser muy eficiente para lograr
aceptables índices reproductivos.
La capacitación de los productores en nuevas tecnologías disponibles
de manejo animal para lograr una mejor rentabilidad de su campo debe ser
constante y de fácil acceso.
La presión tributaria sobre el campo el gobierno nacional actual
la ha disminuido, pero todavía sigue siendo alta. Impuesto a las ganancias,
Impuestos bancarios, Impuesto inmobiliario rural, Impuesto a los ingresos
brutos, Impuesto de sellos, etc.
El valor monetario del producto lana en general en el
mercado mundial hoy es aceptablemente bueno, siempre dependiendo de su calidad.
Por diferentes cuestiones se ha transformado en un producto con un nicho
comercial bastante acotado y de “elite”. Hay que aprovechar esta oportunidad
que nos presenta el mercado, en Patagonia, en su mayoría, se producen lanas
finas de excelente calidad.
Ley ovina es una herramienta buena y disponible, de fácil
acceso a créditos para productores, a mi criterio de lenta ejecución, pero es
un instrumento valioso a veces poco utilizado por el ganadero ovino.
La carne ovina se encuentra en una situación de un estancado
consumo interno ya hace varios años, y la exportación de este producto ha
disminuido. No solo hay cuestiones de baja productividad sino también falta de
estrategias de marketing.
Todas estas cuestiones mencionadas requieren de un trabajo
en conjunto tanto del sector privado como el sector público, de nada sirve
tomar iniciativas de desarrollo productivo si no se cuenta con el apoyo de
alguna de las partes intervinientes.
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