El control de todos los carneros se debe hacer en
pre-servicio, aproximadamente treinta días antes del servicio otoñal. En la
inspección se tendrá que descartar los animales que no se encuentren en
condiciones adecuadas para afrontar el servicio.
Para hacer una correcta revisación de un carnero, el animal
debe colocarse sentado sobre sus cuartos posteriores. En primera instancia
corresponde hacer una observación general del animal, es importante realizar
una revisión de la situación en la que se encuentra la vista del animal, se
pueden detectar lesiones de ojos como “nubes” producto de secuelas de una
queratoconjuntivitis.
El paso a seguir es efectuar el boqueo del animal, se pueden
detectar animales con imperfecciones mandibulares, que van a ocasionar
dificultades para que ese animal se alimente correctamente. El otro aspecto a
tener en cuenta es el grado de desgaste dentario, se deben descartar carneros con
“poco diente”.
Luego se prosigue a realizar una palpación de los ganglios
linfáticos superficiales de arriba hacia abajo, se pueden detectar alteraciones
como un aumento de tamaño o una consistencia inadecuada.
Posteriormente se toma la bolsa escrotal, se palpan los
testículos y el epidídimo, se verifica el tamaño, forma, temperatura, simetría,
color y si existe alguna lesión. A continuación se extrae el pene de la cavidad
prepucial, se verifica que no exista ninguna lesión o algún grado de
infantilismo, se evalúa el fácil desplazamiento del pene hacia afuera y hacia dentro
de la cavidad prepucial.
Corresponde realizar una extracción de sangre y una muestra
de semen para efectuar los análisis de laboratorio adecuados, para asegurarse
de que el animal esté libre de enfermedades.
Finalmente, la determinación de la condición corporal para
un buen servicio y la revisación de los aplomos para una correcta monta, es de
gran importancia para no llevarse decepciones al momento de saber los índices
de preñez de la majada.