Para alcanzar sistemas ganaderos ovinos eficientes y
sustentables en el tiempo se pueden aplicar herramientas disponibles, algunas
pueden ser de bajo costo y otras no tanto, pero todos los puntos claves que se
van a describir en este texto contribuyen al fin de mejorar la rentabilidad
ganadera.
-El recurso forrajero existente en el campo debe ser
conocido y tenido en cuenta para la posterior toma de decisiones de manejo de
la hacienda lanar. Ejecutar y tener disponible una evaluación de pastizales todos
los años es primordial, el monitoreo de la evolución del pastizal natural
permite elaborar un plan de pastoreo acorde a las posibilidades. La
planificación del “descanso” de cuadros en el campo, la variación de cargas y
tiempo de pastoreo, la adjudicación de cuadros de acuerdo a la categoría animal
y estado nutricional, el periodo de parición, son aspectos que sin dudas si se
los hace de forma adecuada van a mejorar los índices productivos.
-La distribución y disponibilidad del agua debe ser adecuada
en cuanto a las dimensiones del establecimiento agropecuario, el acceso al agua
tiene que ser libre para la majada y apta para consumo animal. Una situación
apropiada es que existan bebidas de agua de calidad a menos de 2000 metros
aproximadamente en cualquier parte del campo, la distribución de este recurso
influye en las áreas de pastoreo y hábitos de consumo forrajero.
-La esquila recomiendo que sea preparto, lo ideal sería por
lo menos 30 días antes de comenzar la parición. Con este tipo de esquila se
logra mejor calidad de la fibra, resistencia y rendimiento. La oveja llega con
una mejor condición al parto, por lo tanto se producen menores pérdidas de
corderos.
-Realizar manejos diferenciales de los animales logra
mejores resultados reproductivos, efectuar prácticas nutricionales como la
suplementación estratégica es una buena herramienta. Alcanzar una condición
corporal mayor a 3 en los reproductores machos y hembras en el servicio va a
mejorar el índice de preñez, como así también tener a las hembras preñadas con
una condición corporal mayor a 3 al momento del parto va a favorecer los
índices de parición y destete.
-Revisar clínicamente los carneros todos los años antes del
servicio es una práctica necesaria, además la edad de los carneros debe ser
entre 2 y 6 años para obtener resultados aceptables. El porcentaje de carneros
tiene que ser adecuado a la cantidad de ovejas y a las dimensiones del
establecimiento productivo.
-En cuanto a la genética a aplicar, características como la
conformación carnicera, precocidad, fertilidad, aptitud materna y calidad de la
lana son puntos a destacar para mejorar las majadas patagónicas. Hoy hay que
buscar merinos lisos, sin arrugas, descubiertos, con buena musculosidad, ovejas
de buen porte, animales que aseguren una aceptable reposición.
-En la estructura de la majada también es necesario hacer hincapié,
la mayor proporción de animales deben ser ovejas con menos de cinco servicios, asimismo
el reemplazo de carneros alrededor del 25% y es recomendable que la gran mayoría
de los machos nacidos se vendan al momento del destete (aproximadamente 100
días).
-Adecuar un plan sanitario de acuerdo a las necesidades de
cada campo es primordial, no hay que aplicar productos veterinarios en forma
sistemática sino ejecutar un plan sanitario anual observando las problemáticas
que se presentan en la zona.
-Por último tener un procedimiento de control de predadores es
fundamental, por el hecho de que reduce las pérdidas por mortandad animal.