viernes, 25 de octubre de 2019

Parámetros para evaluar la cría bovina


La evaluación física y económica de la ganadería bovina de cría permite saber donde se está parado en la actividad y tomar decisiones a tiempo para mejorar el negocio ganadero.
Es esencial realizar este tipo de análisis dentro de este sistema productivo para efectuar los ajustes necesarios y optimizar el desempeño. Existen indicadores vinculados con la eficiencia reproductiva, productiva y económica del proceso.
Los índices reproductivos hacen referencia a los momentos claves dentro del ciclo de la cría: servicio, parición, señalada y destete.
Porcentaje preñez= (cantidad de vientres preñados/cantidad de vientres entorados) x100
Porcentaje parición= (cantidad de vientres paridos/cantidad de vientres preñados) x100
Porcentaje señalada= (cantidad de terneros señalados/cantidad de terneros nacidos) x100
Porcentaje destete= (cantidad de vientres destetados/cantidad de vientres entorados) x100
Los indicadores productivos reflejan la productividad del sistema ganadero, por lo general expresan la producción de carne en relación a distintos insumos productivos. Un ejemplo de esto es determinar los kilos de carne producidos por la cantidad de hectáreas productivas (kg/ha). Otra alternativa es relacionar la producción de carne por vientre entorado (kg/vientre entorado).
Al hablar de indicadores económicos se pueden utilizar varios métodos para analizar el negocio de la cría. El más común, simple y utilizado es el margen bruto, consiste en determinar la diferencia entre los ingresos anuales de la actividad ganadera y los costos anuales que genera esa actividad. Es necesario tener en cuenta que esta determinación contable tiene en cuenta solo un año productivo y a veces es un periodo de tiempo relativamente corto para sacar conclusiones de esta actividad en particular.
Una alternativa que puede ser más representativa para la cría bovina es diagramar un flujo de fondos, que también como un margen bruto, relaciona la facturación de la actividad y sus costos pero la evaluación se extiende y proyecta a varios años. A partir del flujo de fondos se pueden determinar mediante formulas algunos índices económicos interesantes como la Tasa Interna de Retorno (TIR) que es la rentabilidad promedio anual del proyecto, y además otro indicador que puede ser importante para saber en qué situación se encuentra el negocio y a la vez ayudar a la toma de decisiones es el denominado Valor Actual Neto (VAN).
Como consideraciones finales, entre las variables más importantes que van a influir significativamente en este tipo de producción se pueden mencionar: el precio del alquiler por hectárea, el precio esperado de los terneros, el porcentaje de destete, el precio de las vacas de descarte, los costos de los insumos para la alimentación (rollos, granos, implantación de verdeos y/o pasturas), el porcentaje de mortandad, el precio de los toros de descarte, el porcentaje de machos, los costos de sanidad por vaca.


    

miércoles, 7 de agosto de 2019

Uso agronómico de efluentes porcinos


Consideraciones generales
El efluente porcino está compuesto de heces, orina, alimento desperdiciado, agua de distintos orígenes como de bebida o lavado y otros.
El uso de efluentes porcinos como abono orgánico puede llegar a ser una práctica eficiente, mejorando condiciones propias de los suelos y de los cultivos agrícolas a tratar. Pero si bien estos residuos tratados aportan beneficios al rendimiento de los cultivos como al suelo, no es recomendable su utilización sin ningún tipo de estimación de las necesidades de éstos así como tampoco de las consecuencias ambientales que puede causar el uso inapropiado.
Los efluentes porcinos constituyen un excelente fertilizante biológico para nutrir a cultivos de diversos tipos. El uso agronómico de éstos, permite aportar a los suelos agrícolas una gran cantidad de macronutrientes vegetales que los animales de granja reciben en la ración pero que los absorben en cantidades bajas.
Para una correcta utilización de los residuos orgánicos como abono agrícola es necesario considerar la composición de los mismos, la oferta de nutrientes del suelo y las necesidades de los cultivos a los que aplicaremos estos fertilizantes. 
La composición de los efluentes derivados de la ganadería porcina es similar principalmente en forma cualitativa pero la composición cuantitativa de estos residuos es muy heterogénea. Va a depender de la edad y el tipo de animal, del sistema de manejo, tipo de alimentación y época del año. El cerdo genera purines con una elevada concentración de nutrientes por ser ineficiente en la asimilación.
El Nitrógeno se suele encontrar de tres formas: mineral, generalmente en forma amoniacal. Orgánico-mineral, que es la fracción orgánica mineralizable al año siguiente de la aplicación. Y orgánico, esta fracción aportará a enriquecer la materia orgánica del suelo y se mineralizará lentamente en los años sucesivos a la aplicación.
El Fósforo está contenido principalmente en las partes sólidas de las heces de dos formas: mineral, son fosfatos solubles en agua, es aproximadamente el 80% del Fósforo total y es fácilmente aprovechable por las plantas. Y también se encuentra de forma orgánica, por lo general parte no digerida de los alimentos, esta fracción se mineraliza muy lentamente en el suelo.
El Potasio está contenido principalmente en la orina, encontrándose en forma de sales minerales, su disponibilidad para las plantas es similar a la de un abono mineral.
Otros parámetros que son importantes para caracterizar los efluentes porcinos destinados al uso agronómico son el pH, los sólidos totales, DBO, DQO, el porcentaje de materia seca, la conductividad eléctrica, el porcentaje de materia orgánica y la concentración de micronutrientes.
Una granja moderna de producción porcina intensiva requiere de un sistema de recolección, conducción, tratamiento y almacenamiento de excretas. Así como también una planificación de un sistema de aprovechamiento o utilización de estos residuos orgánicos.                                               


lunes, 8 de abril de 2019

Claves para la producción ovina extensiva


Para alcanzar sistemas ganaderos ovinos eficientes y sustentables en el tiempo se pueden aplicar herramientas disponibles, algunas pueden ser de bajo costo y otras no tanto, pero todos los puntos claves que se van a describir en este texto contribuyen al fin de mejorar la rentabilidad ganadera.
-El recurso forrajero existente en el campo debe ser conocido y tenido en cuenta para la posterior toma de decisiones de manejo de la hacienda lanar. Ejecutar y tener disponible una evaluación de pastizales todos los años es primordial, el monitoreo de la evolución del pastizal natural permite elaborar un plan de pastoreo acorde a las posibilidades. La planificación del “descanso” de cuadros en el campo, la variación de cargas y tiempo de pastoreo, la adjudicación de cuadros de acuerdo a la categoría animal y estado nutricional, el periodo de parición, son aspectos que sin dudas si se los hace de forma adecuada van a mejorar los índices productivos.
-La distribución y disponibilidad del agua debe ser adecuada en cuanto a las dimensiones del establecimiento agropecuario, el acceso al agua tiene que ser libre para la majada y apta para consumo animal. Una situación apropiada es que existan bebidas de agua de calidad a menos de 2000 metros aproximadamente en cualquier parte del campo, la distribución de este recurso influye en las áreas de pastoreo y hábitos de consumo forrajero.
-La esquila recomiendo que sea preparto, lo ideal sería por lo menos 30 días antes de comenzar la parición. Con este tipo de esquila se logra mejor calidad de la fibra, resistencia y rendimiento. La oveja llega con una mejor condición al parto, por lo tanto se producen menores pérdidas de corderos. 
-Realizar manejos diferenciales de los animales logra mejores resultados reproductivos, efectuar prácticas nutricionales como la suplementación estratégica es una buena herramienta. Alcanzar una condición corporal mayor a 3 en los reproductores machos y hembras en el servicio va a mejorar el índice de preñez, como así también tener a las hembras preñadas con una condición corporal mayor a 3 al momento del parto va a favorecer los índices de parición y destete. 
-Revisar clínicamente los carneros todos los años antes del servicio es una práctica necesaria, además la edad de los carneros debe ser entre 2 y 6 años para obtener resultados aceptables. El porcentaje de carneros tiene que ser adecuado a la cantidad de ovejas y a las dimensiones del establecimiento productivo. 
-En cuanto a la genética a aplicar, características como la conformación carnicera, precocidad, fertilidad, aptitud materna y calidad de la lana son puntos a destacar para mejorar las majadas patagónicas. Hoy hay que buscar merinos lisos, sin arrugas, descubiertos, con buena musculosidad, ovejas de buen porte, animales que aseguren una aceptable reposición.
-En la estructura de la majada también es necesario hacer hincapié, la mayor proporción de animales deben ser ovejas con menos de cinco servicios, asimismo el reemplazo de carneros alrededor del 25% y es recomendable que la gran mayoría de los machos nacidos se vendan al momento del destete (aproximadamente 100 días).
-Adecuar un plan sanitario de acuerdo a las necesidades de cada campo es primordial, no hay que aplicar productos veterinarios en forma sistemática sino ejecutar un plan sanitario anual observando las problemáticas que se presentan en la zona.
-Por último tener un procedimiento de control de predadores es fundamental, por el hecho de que reduce las pérdidas por mortandad animal.